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La diferencia de EHGAM-Gipuzkoa a otros grupos de voluntariado puede estar sobre todo en su creación como tal asociación y también en que intentamos ser autosuficientes, desde la elaboración de materiales, su difusión, impartición de charlas, etc.
- CLANDESTINIDAD
Porque lo primero que debemos tener en cuenta es que EHGAM, como el resto de los primeros grupos reivindicativos GLBT, se formó en 1977 fuera de la legalidad. Hay que recordar que seguía vigente la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que condenaba la homosexualidad. Esta Ley de 1970, sucesora de la de Vagos y Maleantes de 1954, no fue derogada hasta el año 1979, siendo uno de los primeros logros del movimiento GLBT.
Sin embargo, durante años tuvo que funcionar de forma clandestina. Esta fue una de las primeras batallas que tuvo que afrontar: la de su legalización, que no se produjo hasta Febrero del año 1983. Aunque hoy nos parezca increíble.
- SEDE
También hay que señalar que EHGAM-Gipuzkoa, a pesar de su actividad, no ha dispuesto, por diversas circunstancias, de local propio. Será, sin duda, una de las organizaciones que en más lugares ha realizado sus reuniones: cafeterías, sedes políticas, sindicales o de otros grupos... Desde hace años, finalmente, dispone de los servicios y las instalaciones del CRAJ! (Centro de Recursos de Asociaciones Juveniles) de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
En la primavera de 2005 el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián nos ha cedido un pequeño local en la calle Intxaurrondo, que va a albergar en breve la Biblioteca Francis y el Centro de Documentación GLBT.
EHGAM-Gipuzkoa funciona con las aportaciones de sus miembros y pequeñas subvenciones de las diferentes administraciones públicas, tanto para el mantenimiento administrativo como para la realización de diferentes actividades y campañas concretas.
- VOLUNTARIADO
Hay que indicar que EHGAM-Gipuzkoa siempre ha sido expresión de voluntariado. El 100% de sus miembros son voluntarios. Siempre hemos valorado, por encima de todo, a las personas, a sus ideas y sus capacidades. Nos da igual cuál sea la orientación sexual de quienes deseen comprometerse con nuestra causa.
El deseo de participar y la colaboración desinteresada ya es importante. Se trata de un compromiso de transformación personal y social.